Este invierno con tanto días de lluvia no han podido disfrutar todos los días de la arena del patio.
Jugar con arena estimula sus sentidos proporcionándoles numerosas experiencias perceptivas y les ayuda a madurar en coordinación motora.Por otro lado cuando caen al suelo siempre lo hacen en sitio blando y esto evita la posibilidad de hacerse heridas.Y sobre todo disfrutan mucho, se lo pasan en grande con las palas, los botes y las carretillas.
Eso si al llegar a casa hay que pasarles la aspiradora!
domingo, 4 de abril de 2010
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